La tarde con Marina

Educación sexual a los niños, debate patrocinado por CAFÉS GRANELL

VALÈNCIA. No más muñecas para niñas y vehículos para niños.
“¿Chicas, vosotras le comprarías una Barbie a vuestro hijo?” “Pues no sé… supongo que si hay otra alternativa, no”. “Me lo imaginaba, Yo sí”.
Jugar es una parte central de la crianza: incluso la Declaración de los Derechos de la Niña y Niño se equipara a las actividades lúdicas con la vida, la salud y la educación. El juego ayuda a vincularse con diferentes estímulos y enseña a experimentar e investigar.
En décadas pasadas era común elegir los juguetes según el sexo de los hijos: para las niñas, muñecas o cocinas en miniatura; para los niños, carros y trenes. Hoy un crecimiento sano exige mucho más. De hecho,
muchos catálogos de empresas de juguetería han modificado no sus juguetes sino los protagonistas que sostienen esos juguetes.

En el siglo XXI se están popularizando los juguetes para ayudar a una crianza inclusiva y también muchos libros para mostrar las diferentes formas que pueden adoptar el amor y la familia. Esta pequeña selección no es sólo para hogares LGBT+: todos los pequeños merecen crecer con más libertad y menos inseguridades o prejuicios.
Estos son algunos juegos que los más pequeños pueden pedirle a los Reyes Magos:

– La Barbie transgénero.

– Roxxie y Nevra, de Bratz: las muñecas que representan una pareja de la comunidad LGBT+.

– Set de Lego LGBT+ (inspirado en la historia de su propio vicepresidente).

– Barbie afroamericana.

Fuente: Infobae

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